Me imagino corriendo
en mis más tristes pensamientos,
corriendo,
con el miedo dándome latigazos en la espalda,
corriendo,
con mis débiles pies
y mis lánguidas piernas
huyendo,
a rastras,
de lo que voy dejando atrás
y que no me atrevo siquiera
a mirar,
con mis ojos de espanto
y escozor en los brazos
con mi cuerpo escuálido a cuestas,
cansado
de
ser
orgánico,
y que me pese tanto
la existencia
de solo ser materia
superflua,
cansada de vivir con temor
a que me devore
mi tormento.
Salma S. Sabais